¿Por qué se produce la pérdida auditiva?

La hipoacusía o pérdida de audición es la dificultad para oír con claridad. Esta función la realiza el cerebro, que es el órgano encargado de recibir los sonidos y entender.

Existen diferentes causas por las que se puede desarrollar pérdida auditiva, como una exposición continua al ruido, infecciones, vértigos, patologías hereditarias, o la edad (esta es conocida como presbiacusia y es la más común).

La pérdida auditiva afecta emocionalmente, baja la autoestima, reduce la vida social y, en muchas ocasiones, deriva en el aislamiento de la persona que lo padece.

El proceso de la audición se divide en cuatro partes:

1. Oído externo

Las ondas sonoras viajan desde el pabellón auditivo hacia el tímpano a través del conducto auditivo externo haciendo que éste vibre.

2. Oído medio

Los movimientos del tímpano hacen vibrar la cadena de huesecillos del oído medio: el martillo, el yunque y el estribo. Son los huesos más pequeños del cuerpo humano.

3. Oído interno

El estribo mueve el fluido que hay dentro de la cóclea estimulando las células ciliadas. Estas células son las encargadas de convertir las vibraciones en impulsos eléctricos nerviosos que el cerebro se encargará de interpretar. Pegado a la cóclea está el órgano del equilibrio.

4. Nervio auditivo

Los impulsos eléctricos nerviosos llegan al cerebro a través del nervio auditivo. Este también es el encargado de transmitir al sistema nervioso central toda la información que tiene que ver con el equilibrio.

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